DEL TIEMPO, LOS SABORES Y OLORES.
Cuántos olores puedo contar
desde que tuve nacimiento,
y con cada olor regreso el tiempo,
mi vida perdida,
aquella que no he podido detener,
y veo prematuramente irse.
Quisiera devolver el tiempo,
como el olor me devuelve la felicidad del mar, la sal y el bronceador Coopertone,
mis cinco años de edad por las calles de una isla,
el sabor del único cangrejo que he comido en mi vida.
Son muchos perfumes, de nombres extraños y olores eternos,
que de cuando en cuando pasan con la imágen del amor
que atesoramos hace tanto tiempo.
Los olores: dejavus, maquinas del tiempo,
que envisten el alma y dejan un hueco,
dos sabores finales del recuerdo:
nostalgia y duelo.
Catalina