De la Feria de Cali y la nueva cara de la ciudad.
Ya pasó Navidad y se dijo adiós a la Feria de Cali con su alegría y bullicio, a veces insoportable pero necesario (como cualquier droga; dañina pero que cosa tan agradable). Muchos caleños, caleños emigrantes y extraños dijeron sentirse satisfechos de la nueva cara de la ciudad y de aquello que la ciudad ofreció en Diciembre: un alumbrado con una evidente mejoría a diferencia de años anteriores (la ciudad invirtió este año una cifra descomunal en ceros para esta causa social). Disfrutamos también de actividades culturales de música y entretenimiento publicitadas con ese nuevo eslogan en todos los medios y que nuestra alcaldía se enorgullece de presentar: "gocen esta feria incluyente, cívica y hagan gala de todo su buen comportamiento, porque Cali es Cultura." Otros, algunos que pagaron tiquete Barcelona-Cali-New York-Cali, o bien, aquellos que no nacieron en la Sultana sino en la Eterna Primavera, solo tuvieron palabras de horror y lástima para su pueblo natal.
Incluyente fue la palabra que a muchos invitó a salir de la casa, sin un peso en el bolsillo y confiados de encontrar conciertos gratis, desfiles organizados y pensados para el pueblo caleño. El resultado: muchos aciertos que corroboraron la palabra inclusión y algunos eventos en los que en realidad incluyeron pero a los equivocados. Un ejemplo de aciertos fueron los conciertos populares, donde se pagaron modestas entradas de $7000 en carpas de cervezas Bavaria y se gozó con Johny Rivera (Hola Linda cómo estás...), y a la 1 de la mañana se cantó y bailó con Los Hermanos Lebron, aunque en realidad fueron los descendientes de los hermanos Lebron, Los Hermanos Lebron Junior.
Admiro el alumbrado que tuvo la ciudad este año, lo que representó un goce para la mayoría de los caleños que no tienen otra opción $$$ de divertirnos y acudimos a estas ofertas gratuitas. No solo la vistosidad y detalle de las figuras fue apreciable sino también la temática, que logró informar a la mayoría sobre el pasado y la identidad de la ciudad, con su historia y símbolos populares. Esto sí que es importante, sobre todo en una ciudad donde la mayoría no son caleños sino desplazados e inmigrantes, sin idea de quién es la ciudad que les da sustento.
Entre los desaciertos estuvo la supuesta inclusión del pueblo caleño en el llamado Salsódromo!, que como show central tuvo al grupo Niche y a unas importadas Garotas y músicos brasileros que nos deleitaron al cierre del desfile. La dirección: La Autopista. El descache: El pueblo que debía ser incluído, fue ubicado al otro lado del caño, como para que no viera nada -además del obstáculo visual del caño, la gente también tuvo el inconveniente de unas vallas metálicas- Y al final, ¿Quiénes fueron los incluidos?: Los que tenían 30, 40 y 70 mil pesos para pagar la gradería dispuesta en lugares estratégicos, que en su mayoría fueron los mismos empleados de la alcaldía, porque cuando la gente llamaba a comprar boletas, extrañamente ya estaban agotadas. La pregunta es: ¿Dónde hay inclusión y equidad en este tipo de eventos, teniendo en cuenta que la palabra lleva implicito significados como "entradas libres sin costo para la gente", y la "posibilidad de acceso de todos por igual a los eventos"?.
Contra aquellos que critican.
Cali VS la Sombra de Medellín y de otros pueblos de por allá o más acá.
El notorio y humilde avance de la imagen de nuestra Ciudad ha despertado para algunos orgullo y admiración como para otros, envidia y un motivo más para criticar. Algunos que viven aquí, pero nacieron de seguro en Rionegro Antioquia o alguno de sus pueblos aledaños, dicen: "sí, el alumbrado de Cali está muy bonito pero el de Medellín es mejor. Aquí todavía se ve que esto es un pueblo, se ve la ordinariéz." Conozco Medellín y es innegable que es una ciudad con una organización en muchos ámbitos superior que Cali. Esto, en mucho se debe, al cuidado de su identidad que no permite que FÓRANEOS entren a vivir en ella y que solo los "paisas", aquellos de cuna y raigambre antioqueña, sean los encaminados a dirigirla y cuidarla. Esto no sucede con Cali, donde viven todos menos caleños, y aquellos que lo son, solo vienen a pasear y dejar suciedad en diciembre para luego regresar a España o Londres, lugares que han acogido como sus hogares. Cali es aún un pueblo, un pueblo inculto, lo que genera agresividad y vandalismo contra los espacios de nuestra ciudad _ alguién comentó que los pandebonos hechos para el alumbrado aparecieron mordidos por la misma gente que visitaba el evento_ . Esta ignorancia colectiva, patente en nuestros mandatarios y vecinos, se refleja en toda la imagen de Cali. Salir de esta ignorancia y falta de pertenencia es lo que la nueva Alcaldía busca hacer, bueno eso es lo que dicen, que quieren hacer a la Cali cívica de los 70. ¿Cuánto duró esta Cali cívica?. En fin, la labor de la alcaldía se debe aplaudir y apoyar, denunciando lo que está mal y lo que se ha hecho bien desde la Alcaldía. Así mismo, denunciar a la gente que no está construyendo. En ese sentido, no me gusta que critiquen a Cali comparándola con otras ciudades. Que no se compare Cali, que se critique y se construya a Cali pero no comparar y dar preferencia a otra. No hay punto de comparación entre Cali y Medellín porque tienen historias culturales diferentes. Y al final, si le gusta mucho Medellín, regrese allá, que si nació allá, le dan trabajo de seguro.
CATALINA LA GORE
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