AL FINAL DEL ESPECTRO. Y AL FINAL...¿QUÉ PASÓ CON ESE DESCACHE DE PELÍCULA?
Por Catalina Ordóñez
El cine colombiano está prosperando, gracias a las nuevas leyes a favor del cine que se implementaron en nuestro país, no cabe duda de que este año nuestro país batió el record en estrenos cinematográficos: "Soñar no cuesta nada", "Karma", "Cuando rompen las Olas", "El Colombian Dream", "Las Cartas del Gordo", "Dios los junta y ellos se separan","Esto huele mal", "Satanás", y mejor, no solo es el boom del cine colombiano lo que está vendiendo, pues nuestro país le apostó a permitir el ingreso de inversión extranjera en este ámbito, algo que ha ha convertido a muchas locaciones de nuestra Colomcia en lugares de preferencia para sets de películas extranjeras- creo, que la filmación de El Amor en los Tiempos del Cólera en Cartagena, nos abrirá las puertas en muchos aspectos a la exclusiva industria del cine norteamericano, "el hollywoodense"-.
Pero, no solo para el cine colombiano este año ha sido prolífico, lo ha sido también para algunos actores nacionales que, gracias a la buena estrella de películas como María Llena Eres de Gracia, entre otras, han logrado vincularse poco a poco a este apetecido medio extranjero.
La cuestión es que, en apariencia todo parece estar mejor en el cine, y no lo digo solo por el número de películas al año. Ahora hay mejores herramientas técnicas audiovisuales para construir las películas y los nuevos jóvenes directores están explorando otras temáticas de nuestra idiosincrasia- la idea es salir del cliché de la violencia y las drogas-. Sin embargo, aparece este último estreno colombiano: “AL FINAL DEL ESPECTRO”, un título sugestivo y otras noticias hicieron que este thriller se haya vuelto atractivo- tiene un despliegue audiovisual que hace pensar que no es colombiana, reseñan los medios; Además de la buena acogida que tuvo la película cuando llegó a manos de la famosa actriz Nicole Kidman, de quien se dice será la protagonista del remake hollywoodense y productora-. Todo esto hizo que este 23 de diciembre, víspera de navidad, me recluyera en una sala de cine para deleitarme con esta ópera prima de unos jóvenes directores de cine (diseñadores gráficos), con la expectativa de descubrir ese no sé qué no sé dónde que tenía la propuesta. Mas, mi primera buena impresión se vio eclipsada cuando, desde el inicio de la película, ciertos elementos de lugar y forma narrativa no empezaron a encajar. En realidad, el edificio setentero donde tuvo lugar la historia, y su procedente anacronismo con la imagen del apartamento donde vivía la protagonista, detonaron en mí este desagradable y duradero malestar. A esto le siguió la pésima actuación de Silvia de Dios_ mejor me quedo con el buen recuerdo de su temprano debut en Caballo Viejo-.
En fin, las sobreactuadas formas de los actores colombianos, intentando encajar en un formato de actuación japonés, ajeno para nosotros, es decadente.
Ahora, para no ser tan criticona, quiero aplaudir las técnicas audiovisuales- me parecen excelentes, aquello sí que es un gran avance y buen ejemplo que nos muestra de que aquí hay gente y manera para conseguir efectos de calidad-. También aplaudo la osadía de intentar hacer un thriller en Colombia, cosa difícil en este medio.
Por último, quiero decir que no considero una mala propuesta AL FINAL DEL ESPECTRO, bueno, comparándola con otras decadentes películas del medio. La cuestión es que no acepto la copia de formatos extranjeros. Mi pregunta es, ¿Por qué en Colombia tenemos que andar haciendo vainas japonesas?. Por favor, no estamos en Japón!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Hágamos algo colombiano.
Bien, hasta pronto.
El cine colombiano está prosperando, gracias a las nuevas leyes a favor del cine que se implementaron en nuestro país, no cabe duda de que este año nuestro país batió el record en estrenos cinematográficos: "Soñar no cuesta nada", "Karma", "Cuando rompen las Olas", "El Colombian Dream", "Las Cartas del Gordo", "Dios los junta y ellos se separan","Esto huele mal", "Satanás", y mejor, no solo es el boom del cine colombiano lo que está vendiendo, pues nuestro país le apostó a permitir el ingreso de inversión extranjera en este ámbito, algo que ha ha convertido a muchas locaciones de nuestra Colomcia en lugares de preferencia para sets de películas extranjeras- creo, que la filmación de El Amor en los Tiempos del Cólera en Cartagena, nos abrirá las puertas en muchos aspectos a la exclusiva industria del cine norteamericano, "el hollywoodense"-.
Pero, no solo para el cine colombiano este año ha sido prolífico, lo ha sido también para algunos actores nacionales que, gracias a la buena estrella de películas como María Llena Eres de Gracia, entre otras, han logrado vincularse poco a poco a este apetecido medio extranjero.
La cuestión es que, en apariencia todo parece estar mejor en el cine, y no lo digo solo por el número de películas al año. Ahora hay mejores herramientas técnicas audiovisuales para construir las películas y los nuevos jóvenes directores están explorando otras temáticas de nuestra idiosincrasia- la idea es salir del cliché de la violencia y las drogas-. Sin embargo, aparece este último estreno colombiano: “AL FINAL DEL ESPECTRO”, un título sugestivo y otras noticias hicieron que este thriller se haya vuelto atractivo- tiene un despliegue audiovisual que hace pensar que no es colombiana, reseñan los medios; Además de la buena acogida que tuvo la película cuando llegó a manos de la famosa actriz Nicole Kidman, de quien se dice será la protagonista del remake hollywoodense y productora-. Todo esto hizo que este 23 de diciembre, víspera de navidad, me recluyera en una sala de cine para deleitarme con esta ópera prima de unos jóvenes directores de cine (diseñadores gráficos), con la expectativa de descubrir ese no sé qué no sé dónde que tenía la propuesta. Mas, mi primera buena impresión se vio eclipsada cuando, desde el inicio de la película, ciertos elementos de lugar y forma narrativa no empezaron a encajar. En realidad, el edificio setentero donde tuvo lugar la historia, y su procedente anacronismo con la imagen del apartamento donde vivía la protagonista, detonaron en mí este desagradable y duradero malestar. A esto le siguió la pésima actuación de Silvia de Dios_ mejor me quedo con el buen recuerdo de su temprano debut en Caballo Viejo-.
En fin, las sobreactuadas formas de los actores colombianos, intentando encajar en un formato de actuación japonés, ajeno para nosotros, es decadente.
Ahora, para no ser tan criticona, quiero aplaudir las técnicas audiovisuales- me parecen excelentes, aquello sí que es un gran avance y buen ejemplo que nos muestra de que aquí hay gente y manera para conseguir efectos de calidad-. También aplaudo la osadía de intentar hacer un thriller en Colombia, cosa difícil en este medio.
Por último, quiero decir que no considero una mala propuesta AL FINAL DEL ESPECTRO, bueno, comparándola con otras decadentes películas del medio. La cuestión es que no acepto la copia de formatos extranjeros. Mi pregunta es, ¿Por qué en Colombia tenemos que andar haciendo vainas japonesas?. Por favor, no estamos en Japón!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Hágamos algo colombiano.
Bien, hasta pronto.