BUDISMO, BUDISTAS, BUDA, RESTAURANTE EL BUDA 89, EN FIN.

BUDISTA

Compartiendo un programa de televisión que me puede vender la idea de volverme budista.




Quiero inciar esta humilde reflexión- ya me estoy volviendo budista, porque hablo anotando lo humilde que soy, jejeje- diciendo que no sé nada del Budismo- escasamente he leído de corrido la vida de Sidharta en el libro de Herman Hesse, aquel de cabecera que pueden mandar a leer en un colegio; mentira, no creo que lo manden a leer en algun colegio de monjas. En realidad, sé de Budismo lo que mi hermano me ha contado de la India; Que el Dalai Lama es un tipo mediático, y que hay ciertos lugares estílo spa, que son como los centros budistas donde estrellas hollywoodenses cultivan su espiritú de la misma manera que su pasión por salvar a las ballenas y a los niños hambrientos del África.- Y es que... por culpa de ellos, todos terminamos en un mar de confusión: El Dalai Lama o Richard Gere, ¿qué?. Y bueno, se me olvida añadir, que noto que los monjes se rapan, y practican todo tipo de abstinencias (¿cómo hacen?). Así mismo, me causa curiosidad que siemre parecen sonreír cada vez que hay una cámara.

Hace unos días ví un programa de National Geographic que me conmovió; el tema: La práctica del Budismo. Un hombre occidental, el presentador, se había aventurado a Nepal, en los imponentes accidentes geográficos del Himalaya, para acercarse un poco a la vida asética de los llamados monjes budistas. Cualquiera podría decir que aquel es un tema “trillado”. Ah sí, pero en este caso, la misión del presentador fue mostrar el lado domestico de la vida de estos monjes, y el verdadero “om” al que le cantan y hacen introspección, no aquel que nos han vendido.

El hombre que decide entregarse al budismo, inicia un camino de auto conocimiento, proceso que le permite dejar a un lado todo lo que a nadie se le ocurriría dejar, la civilización!!!, y es la occidental!!!. Y sí que la dejan. De esta manera, podemos ver cómo genios, científicos, hombres brillantes que dedicaron mas de 20 años a la ciencia, y otrora eran un dechado de virtudes y fama, hoy meditan felices con una nueva vida modesta, dentro de una choza llena de goteras, en medio de algo que para un occidental podría ser la nada.

Este hombre que muestran como ejemplo en el documental, un científico, explica que a pesar de que su vida pareciera haber tenido sentido, en realidad no lo tenía. Su vida empezó cuando se convirtió al Budismo. Según él, la vida tiene su razón de ser en todos los caminos predispuestos por la sociedad a saber educación, dinero, familia, éxito, y luego, luego de haber amontonado durante tantos años toda suerte de postgrados, doctorados, dinero y éxito, se da uno cuenta de que la muerte es la única verdad que importa y que deja baladíes todas esas supuestas adquisiciones. Entonces, nos preguntamos: Estudié todo esto, trabajé todo esto, ¿solo para morirme?

Luego llegan, un monje con el presentador, y están dentro de un cuarto, sentados de piernas cruzadas sobre el piso. El monje le sugiere que cierre los ojos y que se deje llevar por todos sus pensamientos; Que comience a oírse por dentro, algo que nunca hacemos por tener la mente controlada. Entonces, pasados unos segundos, el presentador comienza a llorar (pues claro, uno jodido como tres horas allí sentado en silencio, oyéndose la conciencia, jejeje)

El programa fue interesante, porque también me di cuenta de que no solo los hombres son budistas_ como nos comercian la idea en la televisión cuando presentan al Dalai Lama con un séquito de hombres rapados_. También muestran a una anciana de 84 años de edad que vive en la cima de una colina, en medio de la pobreza más grande, pero con un espíritu y fortaleza de envidiar. Asegura, en la entrevista, que la mayor parte de su tiempo se la pasa meditando, y que lo hace para que los hombres en la tierra se den cuenta del error en el que viven.

El Budismo no es una religión, aseveran, es un camino, un camino para conocernos y llegar a iluminarnos.

Que interesante. Muy bien, interlocutores de felpa, me tengo que ir, a seguir mascando televisora en esta noche triste.